martes, 30 de marzo de 2010

“Permíteme que pruebe, pero esta vez con el vellón.” Jueces 6:39

La fe tiene diferentes grados. En una de las etapas de la experiencia cristiana, no podemos creer a no ser que tengamos alguna señal o alguna gran manifestación emocional. Tocamos el vellón como hizo Gedeón, y si está mojado, entonces estamos dispuestos a confiar en Dios. Esta puede ser una fe verdadera, pero es una fe imperfecta. Ella siempre busca emociones o alguna clase de señal además de la Palabra de Dios. El confiar en Dios, sin emocionalismos es un gran progreso en el camino de la fe. El creer sin estar poseídos de ninguna clase de emoción es una alabanza.
Hay un tercer estado de fe, el cual excede la de Gedeón y su vellón. La primera fase de fe, cree cuando las emociones son favorables, la segunda cree sin necesidad de emoción, pero la tercera clase de fe cree en Dios y en Su palabra, cuando circunstancias, emociones, apariencias, personas y la razón humana impelen a todo lo contrario. En Hechos 27:20,25. vemos que Pablo practicó esta última clase de fe, “Y no pareciendo sol ni estrellas por muchos días, y viniendo una tempestad no pequeña, ya era perdida toda la esperanza de nuestra salud.” A pesar de todo esto, Pablo dijo: “Por tanto, oh varones, tened buen ánimo, porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho.”
Pidamos a Dios que nos de fe para confiar enteramente en Su palabra, aunque cualquiera otra cosa quiera apartarnos de ello.
C. H. P.
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Te He Escogido En Horno De Afliccion

“Te he escogido en horno de aflicción” Isaías 48:10

La palabra viene como una lluvia apacible mitigando la ira de la llama y es una armadura de amianto contra la cual el fuego es impotente. Deja que venga la aflicción. Dios me ha escogido. Pobreza, puedes venir a mi puerta, pero Dios, ya está dentro de la casa y Él me ha escogido. Enfermedad, puedes introducirte, pero tengo un bálsamo preparado, Dios me ha escogido. Cualquiera que sea lo que me acontezca en este valle de lágrimas, sé que para ello Él me ha escogido.
No temas, Cristiano, Jesús está contigo. En todas tus grandes pruebas, Su presencia es para ti ambas cosas, tu consuelo y tu salvación. Él nunca deja a ninguno a quien Él ha escogido para Si. “No temas, porque Yo estoy contigo” es Su palabra segura de promesa a Sus escogidos en “el horno de aflicción.”
C. H. Spurgeon
La carga del sufrimiento parece una piedra sepulcral colgada sobre nuestros cuellos, cuando en realidad no es otra cosa sino el peso necesario para proteger el buzo en la profundidad mientras busca las perlas.
Richter

Plenamente convencido de que todo lo que habia prometido

“Plenamente convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo.” Romanos 4:21

Se nos dice que Abraham podía mirar a Su propio cuerpo y considerarlo como muerto, sin que por esto se desalentase, porque él no se miraba así mismo, sino al Todopoderoso.
El no vaciló en la promesa, sino que permaneció de pie, firme, debajo de su carga poderosa de bendición. En vez de debilitarse, aumentó su fe y se fortaleció cuando las dificultades se hacían mas aparentes. Glorificó a Dios en todo por medio de Su suficiencia, estando “completamente persuadido” (Como dice el texto griego) “Que El que había prometido” no es que meramente pudiese, sino como que dice literalmente que “abundantemente puede cumplir”, porque tiene una infinidad de recursos muy superiores a las necesidades.
El es el Dios de los recursos sin límites. La limitación solamente existe de nuestra parte. Nuestras peticiones, pensamientos y oraciones son demasiado pequeñas, lo que esperamos es muy limitado. El trata de elevarnos a una concepción mas elevada y nos incita a que esperemos cosas mayores. ¿Nos vamos a mofar de El? No hay límites que podemos pedir y esperar de nuestro glorioso El-Shaddai, y solamente se nos ha dado una medida para Su bendición, y es la siguiente: “Según el poder que obra en nosotros.”
A. B. Simpson.

“Trepa a la casa de donde se guardan los tesoros de bendición, por la escalera divina de las promesas. Abre con una promesa, como si fuera una llave, la puerta donde se hallan las riquezas de la gracia de tu Dios.”

El conoce el camino por donde voy

“El conoce el camino por donde voy, cuando me haya probado saldré como el oro.” [Sólo los usuarios registrados y activados pueden ver este enlace. ]

Creyente, ¡Qué seguridad tan gloriosa! Tu camino, aunque sea un camino torcido, misterioso, embrollado, de pruebas y lágrimas, “El lo conoce”. El horno que fue calentado por siete veces, El lo encendió. Hay un guía Omnipotente que conoce y guía nuestros pasos, bien hacia el estanque de Marah, o al gozo y refrigerio de Elim.
Aquel camino oscuro para los egipcios, posee su columna de nube y fuego para Su propio Israel. El horno está ardiendo, pero no solamente podemos confiar en la mano del que lo enciende, sino que tenemos la seguridad de que el fuego no está encendido para consumir, sino para refinar, y una vez que se ha terminado el proceso de refinamiento, él saca a los Suyos puros y limpios como el oro.
Cuando ellos piensan que Se encuentra mas retirado, a menudo El está mas cerca. “Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mi, Tú conociste mi senda.” Salmo 142:3
¿Conocemos a Uno que brilla mas que la luz del sol y visita nuestra cámara cuando aparecen los primeros rayos vespertinos? ¿Hemos apreciado esta mirada de ternura y compasión infinitas que nos sigue durante el día y sabe el camino que tomamos?
El mundo, en la hora de la adversidad habla de la “Providencia”. “La voluntad de la Providencia”, “Los golpes de la Providencia”- ¿Qué es eso?
¿Porqué destronar a un Dios vivo que dirige, de la soberanía de Su propia tierra? ¿Porqué sustituir una abstracción inanimada y como muerta, por un Jehová personal que actúa y controla?
De que manera tan prodigiosa se nos sacaría el aguijón aún de la mayor prueba, si solamente viésemos como vio Job, ninguna otra mano, sino la mano Divina. El vio aquella mano detrás de las espadas relucientes de los Sabéos, la vio detrás de la luz del rayo, la vio dando vuelos a la tempestad, la vio en el terrible silencio de su casa saqueada.
“Jehová dio, y Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito.” [Sólo los usuarios registrados y activados pueden ver este enlace.

Viendo de esta manea a Dios en todas partes, su fe alcazo su clímax cuando sentado sobre su lecho de cenizas podía decir: “Aunque me matare, no obstante confiaré en El

Y estaba alli tambien Ana

“Y estaba allí también Ana, profetisa, que no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.” Lucas 2:36-37

No hay duda alguna que orando aprendemos a orar y cuanto mas oramos, con mas frecuencia podemos orar y mejor oramos. El que solo ora de tarde en tarde nunca puede alcanzar aquel estado valioso de la oración fervorosa.
Tenemos a nuestro alcance un gran poder en la oración, pero tenemos que trabajar para obtenerlo. No imaginemos jamás que Abraham hubiese podido interceder por Sodoma con tanto éxito, si durante todo el tiempo de su vida no hubiese estado constantemente en comunión con Dios.
Toda la noche que Jacob pasó en Peniel no fue la primera ocasión en que él encontró a su Dios. aún podemos mirar a la oración mas selecta y maravillosa de nuestro Señor con sus discípulos antes de Su Pasión, como la flor y fruto de Sus muchas noches de devoción y de la mucha frecuencia con que se levantó antes de amanecer para orar.
Si una persona sueña que va a llegar a ser tan poderosa como desee en la oración, sin esfuerzo, piensa muy equivocadamente. La oración de Elías que cerró el cielo y después abrió las puertas de las aguas, fue una de las largas series de oraciones con que Elías suplicó al Señor. No olvidemos que la perseverancia en la oración es necesaria para prevalecer orando.
Aquellos grandes intercesores a quienes no se les nombra con la frecuencia que se debe en relación con los mártires, no obstante fueron los mayores bienhechores de la iglesia, pero el llegar a ser tal clase de canales de la misericordia para los hombres, lo consiguieron permaneciendo en el lugar de la oración. Para orar, tenemos que orar y continuar en oración para que continúen nuestras oraciones.
C. H. Spurgeon.

“Velad y orad, para que no entréis en tentación, el espíritu en verdad está pronto, mas la carne es débil.” Mateo 26:41

“Bienaventurado el que esperare.”

Esperar, puede parecer una cosa fácil, pero es una de las posturas que el soldado Cristiano solo puede aprender durante muchos años de instrucción. El caminar y las marchas ligeras son mas fáciles para los guerreros de Dios, que el permanecer parados.

Hay ciertas horas de perplejidad, en que el espíritu mas ardiente, deseando servir a Dios de todo corazón, no sabe que camino tomar. ¿Qué debe hacer en este caso? ¿Vejarse con la desesperación? ¿Retroceder acobardado? ¿Volver temeroso hacia la derecha o abalanzarse con presunción hacia delante?

No, lo que debe hacer es esperar. Esperar en oración, como quiera que sea. Acudir a Dios y poner el asunto delante de El, contarle las dificultades e implorar la ayuda de Su promesa.
Espera con fe. Expresa una confianza firme en El. Cree que aunque El te haga esperar hasta media noche, vendrá en el tiempo oportuno. La visión ha de llegar sin tardanza.
Espera calladamente con paciencia... No murmures jamás contra las causas secundarias como hicieron los hijos de Israel contra Moisés. Acepta tu situación tal como se te presenta, y colócala con todo tu corazón y sin obstinación en la mano de tu Dios, diciendo: “Ahora Señor, hágase no mi voluntad, sino la Tuya.” Yo no se que hacer, me encuentro completamente oprimido, pero esperaré hasta que dividas los diluvios o hagas retroceder a mis enemigos. Esperaré si me preservas durante mucho tiempo. Mi corazón solamente mira a Ti, y mi espíritu te espera, con la completa convicción que tú has de ser mi gozo, mi salvación, mi refugio y mi torre poderosa.

Morning by Morning

martes, 9 de marzo de 2010

“Porque la visión es aún para un tiempo señalado.........aunque tarde, espérala, porque vendrá sin duda alguna, no tardará.” Habacuc 2:3

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En el atractivo librito, Expectation Corner, Adam Slowman fue conducido a las casas del tesoro del Señor, y entre otras muchas maravillas que allí le fueron reveladas, estaba la “Oficina de las Bendiciones Retardadas”, donde Dios guardaba ciertas cosas por las que se había orado, hasta que llegase el tiempo oportuno para enviarlas.

Se tarda mucho tiempo en que algunos pensionistas aprendan que las tardanzas no son negociaciones. Hay muchos secretos de amor y sabiduría en el “Departamento de las Bendiciones Retardadas” en los cuales se ha pensado muy poco. Los hombres arrancarían verdes sus misericordias, cuando el Señor quisiera que madurasen.

“Empero Jehová ESPERARÁ para tener piedad de vosotros” Isaías 30:18. Él está observando en los lugares difíciles y no permitirá una prueba mas de lo debido. Él dejará que se consuma la escoria, y entonces, Él vendrá gloriosamente en tu ayuda.

No le aflijas dudando de Su Amor. No, eleva tu cabeza y empieza a alabarlo incluso ahora por el rescate que está de camino para ti, y serás recompensado abundantemente por medio de la tardanza que ha probado tu fe.

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Abraham estaba aún delante de Jehová” Génesis 18:22

El amigo de Dios puede orar con Él por otros. Quizás parezca que la gran fe de Abraham y su amistad están mucho mas allá de nuestras pequeñas posibilidades. No debemos de desalentarnos. Abraham aumentó su fe, como también nosotros podemos aumentarla. El fue paso a paso y no a grandes saltos.
El hombre cuya fe ha sido profundamente probada y ha escapado victorioso, es el hombre a quien forzosamente tienen que venirle pruebas supremas.
Las joyas mejores se cortan y pulen con mucho cuidado. Los metales mas preciados se prueban con los fuegos mas fuertes.
Si Abraham no hubiese sido probado hasta lo sumo, nunca se hubiese llamado el Padre de la Fe. Lee Génesis capítulo veintidós:
“Toma ahora tu hijo, tu único hijo, a quién amas” ¡Vedle cómo camina hacia las alturas del Moriah, apenado, pensativo, pero con un corazón obediente y abatido. Con el ídolo de su corazón a su lado para sacrificarlo, por habérselo mandado su Dios, a quién él ha amado y servido fielmente!
Esta debe ser una gran reprensión para nosotros, por preguntar , dudar, quejarnos y no aceptar con la resignación de fe lo que Él nos manda. Este es un ejemplo que ha de servir como lección en todos los tiempos.
¿Permanecerá para siempre la fe de este hombre para fortalecer y ayudar al pueblo de Dios? ¿Podría saberse por medio de Él que la fe que no duda siempre prueba la fidelidad de Dios?
Sí, y cuando la fe ha sobrellevado victoriosamente su mayor prueba, entonces el ángel del Señor Jesús, Jehová, Aquél en quien “todas las promesas de Dios son sí y amén” le habló diciendo, “Ahora sé que tú temes a Dios. Tú has confiado en mí hasta lo infinito. Yo confiaré en ti, tú serás Mi amigo para siempre, te bendeciré y haré de ti una bendición.”
Así es siempre, y siempre ha de ser así. “Los que tienen fe serán bendecidos con el fiel Abraham”
Seleccionado

No es cosa de pequeña importancia estar en términos de relación amistosa con Dios.